El establecimiento del DNI-Animal a partir de 2022 se ha creado para luchar, principalmente, contra el abandono de las mascotas.
A partir de 2022, los perros y gatos españoles deberán tener un DNI-Animal, tal y como ha anunciado la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra.
El objetivo de la Dirección General de Derechos de los Animales con esta medida es tener una base de datos nacional de las mascotas. Según explica Belarra, la identificación de los animales domésticos servirá «para garantizar que avanzamos en el camino correcto y en un modelo donde ningún animal sea abandonado a su suerte en España».
Facilitará localizar al dueño del animal en caso de abandono
Este DNI animal, que facilitará la lucha contra el abandono de las mascotas, permitirá a las autoridades que localicen a los dueños. Además, el documento será compatible con el microchip, y en él se podrá conocer la información básica del animal, como la fecha de nacimiento, el número de vacunas que tiene puestas o los daños de las personas a su cargo.
El documento nacional de identidad de los animales está recogido en el anteproyecto de ley de Protección y Derechos de los animales que presentó el Gobierno de Sánchez el pasado miércoles 6 de octubre, en el que también aparecen otras medidas que luchan por los derechos de los animales y protegen sus intereses. Como, por ejemplo, que las familias tengan que realizar un curso de formación antes de poder adoptar un animal, medida que levantó mucha polémica.
Asimismo, en esta ley también está recogido que en las tiendas de animales solamente se podrán vender peces, se prohíben la cría de mascotas a particulares y establecen un máximo de cinco los animales que podrán estar en una casa, aunque no tiene carácter retroactivo, por lo que las familias que superen este número, podrán seguir viviendo con ellos.
Además, dentro del Plan de Contingencia contra la Violencia de Género aparece el proyecto conocido como Viopet, por el que se ha creado una red de refugios que acogerá a los animales de mujeres víctimas de violencia de género. Este proyecto, del que ya se han beneficiado más de 300 mujeres, surgió para que las mujeres maltratadas no tengan que deshacerse de su mascota mientras tratan de salir de su situación.