Todos los perros y gatos pueden sufrir diarrea alguna vez en su vida. Las causas más habituales son infecciones bacterianas o víricas, así como causas alimentarias, como la ingesta de alimentos inadecuados o en mal estado o los cambios repentinos de dieta.

Por lo general, son procesos que pueden controlarse con una restricción de la ingesta de sólidos durante uno o dos días y la aplicación de dietas blandas, pero existen casos en los que será necesario acudir cuanto antes al veterinario.

¿Cuándo debo llevar a mi mascota al veterinario por diarrea?

– Cuando la diarrea curse con muchas defecaciones por día.

– Cuando la mascota deje de beber o esté muy deprimida y no quiera levantarse para nada.

– Si la diarrea dura más de un día o presenta un color extraño.

– Si la mascota deja de orinar o lo hace en cantidades pequeñas.

– Si la diarrea contiene sangre, en cualquier cantidad.

– Si crees que el perro o gato puede haber ingerido algo extraño no comestible o puede haber sufrido una intoxicación.

– Si notas su cuerpo más frío o más caliente de lo habitual.

Mientras tu mascota tenga diarrea, y a la espera de tomar la decisión de acudir al veterinario según su evolución o el estado del animal, asegúrate de que tiene agua a su alcance en todo momento, puesto que la diarrea le hará perder líquidos y minerales en grandes cantidades y podría llegar a deshidratarse.